¿Te han comentado alguna vez que tu coche “huele raro” o que “echa humo de más” Si te suena alguna de esas frases, probablemente estabas tratando con un viejo conocido de los motores: los hidrocarburos no quemados?
Un problema que no solo afecta al rendimiento o al consumo, sino que también puede hacerte sudar la gota gorda en la ITV.
Hoy te explicamos qué son, por qué se producen y cómo evitar que te jueguen una mala pasada. Y sí, también veremos cómo los aditivos pueden ser ese aliado que ni sabías que necesitabas.
¿Qué son exactamente los hidrocarburos no quemados?
Cuando hablamos de hidrocarburos no quemados (HC), nos referimos al combustible que entra al motor pero no se quema del todo. Gasolina o gasóleo que, por el motivo que sea, no se aprovecha como debería y termina saliendo por el escape en forma de gases contaminantes.
¿Y por qué deberías preocuparte?
Porque los HC son uno de los valores clave que se controlan durante la prueba de emisiones de la ITV. Si superan el límite permitido, ya sabes lo que toca: volver otro día (y con los deberes hechos).
Por qué aparecen: las causas más comunes
Los hidrocarburos no quemados pueden aparecer por muchas razones. Algunas son fruto del desgaste natural del motor; otras, por pequeños fallos que van empeorando con el tiempo. Pero en casi todos los casos, tienen solución. Aquí van los culpables habituales:
1. Inyectores sucios o con residuos
Un clásico de los clásicos.
Cuando los inyectores no pulverizan bien, la mezcla aire-combustible pierde precisión. La combustión se vuelve irregular, y claro, ahí empiezan a subir los HC.
2. Presión de combustible desajustada
Una bomba que da más gasolina de la cuenta, un regulador con fatiga y de repente, la mezcla se vuelve demasiado rica. El motor no puede con todo ese exceso y parte del combustible queda sin quemar.
3. Bujías desgastadas (en gasolina)
La chispa llega tarde, o floja. ¿Resultado? La combustión se queda a medias.
4. Sensor lambda envejecido
Cuando este sensor empieza a fallar, la centralita ajusta mal la mezcla. Y lo que parecía un pequeño fallo, acaba convirtiéndose en un lío de emisiones.
5. Catalizador en mal estado
Si el catalizador deja de hacer su trabajo, los gases contaminantes salen sin filtrar. Y los hidrocarburos no quemados, por supuesto, se hacen notar.
6. Conducción urbana y trayectos cortos
Ir siempre por ciudad, sin darle alegría al motor, impide que llegue a su temperatura óptima. Y eso afecta directamente a la combustión.
7. Carbonilla acumulada
La carbonilla es como el polvo en casa: se va acumulando sin darte cuenta y termina afectando a sensores, compresión, válvulas y sí, a cómo se quema el combustible.
Cómo prevenir y reducir los hidrocarburos no quemados
Y aquí viene la parte que te interesa. Porque sí, puedes hacer algo de hecho, varias cosas para mantener los HC a raya. No solo para aprobar la ITV, también para que el motor rinda mejor y consuma menos.
1. Limpiadores de inyectores
Con un buen aditivo, los inyectores vuelven a pulverizar como deben. Esto se traduce en una mezcla más equilibrada, menos HC en gasolina y menos opacidad en diésel. Notas el cambio, y rápido.
2. Limpieza del sistema de admisión y cámara
Si la carbonilla está presente, la combustión sufre. Un limpiador adecuado ayuda a liberar válvulas, sensores y conductos para que todo respire mejor.
3. Aditivos pre-ITV
En Biotek tenemos productos pensados justo para ese momento. Actúan rápido, limpian lo que deben y optimizan la combustión antes de pasar por la línea de inspección.
4. Mantenimiento básico al día
A veces no es cuestión de química, sino de revisar lo de siempre:
- Bujías nuevas
- Filtro de aire limpio
- Sensor lambda en forma
5. Dale carretera al coche antes de la ITV
Una buena sesión de conducción alegre (20–25 minutos a revoluciones medias-altas) ayuda a calentar el catalizador y que el motor funcione en su mejor punto. No hace milagros, pero sí marca la diferencia.
Conclusión: un enemigo invisible con solución sencilla
Los hidrocarburos no quemados te están diciendo que algo en la combustión no va como debería. Y sí, pueden fastidiarte la ITV. Pero, por suerte, no es un problema sin salida.
Con unos cuantos hábitos sencillos, algo de mantenimiento, y los productos adecuados como los que puedes encontrar en Biotek Aditivos, puedes darle la vuelta a la situación:
✔ Menos emisiones
✔ Mejor rendimiento
✔ Motor más suave
✔ Ahorro de combustible
✔ ITV superada sin sobresaltos